Guardería y habitación infantil

Cuando se trata de decorar una habitación infantil o un cuarto de juegos, realmente no puede haber límites. Sin embargo, a menudo decorar una habitación de este tipo se convierte en todo un reto, sobre todo para los niños mayores.

Cambiar la decoración de la habitación de los niños nos espera al menos un par de veces.La primera habitación que vamos a decorar es el cuarto de los niños. Y aquí les toca a los padres decorar el espacio. Aunque para algunos decorar la habitación del bebé sea todo un reto, con el tiempo nos daremos cuenta de que era la tarea más fácil para la que simplemente teníamos tiempo. La habitación infantil debe ser ante todo funcional para los padres. Es en este espacio donde los padres se moverán hasta que el bebé crezca. Tanto si es para un niño como para una niña, en la habitación infantil suelen predominar los colores pastel en todos los tonos de rosa, lila o azul. La decoración de las paredes complementa el interior. Las madres jóvenes suelen optar por colores apagados en la habitación, que aportan tranquilidad.

Al decorar una habitación para niños mayores no vale la pena ceñirse a los esquemas y estereotipos habituales. Una habitación moderna para un niño que empieza el colegio debe ser funcional, ergonómica, segura y fácil de reorganizar. La modernidad y el diseño en la habitación de los niños implican apartarse de los esquemas habituales, que se refieren sobre todo a los colores. Se suele dar por sentado que el rosa es para las niñas y el azul para los niños, cuando tenemos muchas más posibilidades. Y los colores tienen un enorme impacto en el ser humano, en el caso de los niños: bien elegidos, pueden estimular la acción, desarrollar la imaginación y la creatividad. Por ejemplo, el rojo estimula la acción, el violeta fomenta la creatividad, mientras que el amarillo aumenta el apetito. Así que si su hijo es comilón, utilizar el amarillo en la habitación es una buena idea. Si quiere decorar la habitación de su hijo con un estilo escandinavo moderno, opte por los blancos, beiges y grises. Estos colores neutros no sólo son atemporales, sino que tienen un efecto positivo en la psique, tranquilizándola y calmándola.

Una habitación infantil ideal debe tener una capacidad de metamorfosis suave, "crecer" con la edad del niño o la niña y ser fácil de modificar para adaptarla a las necesidades actuales. El diseño moderno, los estampados, los colores y todos los accesorios, como cojines, alfombras o carteles, deben reflejar los intereses y preferencias de los niños.